martes, 27 de septiembre de 2011

El negocio del libro electrónico en España sigue igual que hace tres años

Resumen: Luis Collado, responsable de Google Books España, aseguró ayer que el mercado de este nuevo formato de lectura es cero en una mesa redonda celebrada ayer en el SILA. El programa de hoy incluye un coloquio sobre "La aportación literaria actual de las mujeres en el Mediterráneo" en el que participará Juan Goytisolo.

Luis Collado, director de Google Books España, aseguró que el negocio del libro digital en España como industria es el mismo que el de hace tres años, aunque en la actualidad "hay más gente que habla de estos temas".

Esta afirmación la hizo en el debate sobre "El presente del libro" que se celebró ayer en el Salón Internacional del Libro (SILA), evento que se desarrollará hasta el 25 de septiembre en Tenerife Espacio de las Artes (TEA) de Santa Cruz.

Collado, que precisó también que demanda y oferta deben encontrarse, pero que eso "no ha ocurrido todavía con el libro electrónico en España.", compartió el debate con Silvia Clemares (Kobo), David Sánchez (24Symbol) y Matilde Sanz (Editoriales MoviStar ebook).

El representante de 24 Symbol consideró que en este sector, como en cualquier otro, "el consumidor es quien manda. Y el sector está cambiando, adaptándose a las demandas del lector."

Para Silvia Clemares, de Kobo, es importante tener en cuenta que el libro digital significa consumo global luego ello implica "estrategias globales."

Matilde Sanz, de MoviStar ebook, dijo que estamos ante una cadena de valor sostenible.

Con respecto a la reacción de los editores ante los nuevos modelos de negocio, Sanz explicó que ella se ha encontrado con editores muy interesados y otros que aún se atrincheran ante lo que se conoce ya en el sector tradicional como la tormenta perfecta.

La representante de Kobo señaló que uno de los problemas es que hay demasiados dispositivos electrónicos en el mercado, y que uno de los caballos de batalla que Kobo estudia ahora es conseguir que la biblioteca personal del usuario pueda ser transportable sin estar "atada a un sistema." También anunció que Kobo comenzará a editar títulos en español en los próximos meses.

Por su parte, David Sánchez explicó que 24 Symbol aspira a ser una plataforma mundial, y que cuenta ya con 40.000 usuarios registrados sin haber invertido la empresa cero euros en campañas de promoción.

Por su lado, Collado, de Google Books, señaló que el cambio que ha habido en la sociedad con respecto a Internet ha logrado que cada vez haya menos reticencias entre los editores para explorar las posibilidades de la red. "El problema son los dispositivos de libros digitales. Algunos de ellos extremadamente complejos".

Para él, el sector editorial está a la expectativa, "esperando la explosión"; mientras que el usuario continúa "ciego ante el libro digital", que aún no ha descubierto las claves para resultar atractivo al público en general.

Para Sanz, de MoviStar, estamos en un año bisagra que obliga a plantear nuevas estrategias como son apostar por catálogos atractivos y resolver los derechos digitales.

Escritoras africanas

La segunda mesa-debate de ayer versó sobre "Escritoras africanas: ¿Cuánto hay por descubrir?. El papel de la editora en África", que estuvo moderada por Inma Luna. Intervinieron Paulina Chiziane (escritora), Aida Gomes (escritora), Layla B. Chaouni (editora), Beatrice Lalinon (editora), María Jesús Alvarado (editora).

El último de los actos celebrados ayer fue el esperado diálogo entre los escritores Juan Goytisolo, Andrés Sánchez Robayna y Alfonso González Jerez.

También cabe señalar la intervención, en la jornada inaugural del SILA el pasado miércoles, del escritor senegalés Cheikh Hamidou Kane en el coloquio sobre la novela "La aventura ambigua", la novela más célebre de este autor, en la que se abordan los conflictos culturales de la población senegalesa en sus relaciones con el islam y con el mundo francófono.

Kane se refirió a la triple educación que tuvo que padecer durante los primeros 30 años de su vida, dada su condición de miembro de la etnia fulani, que a su vez sigue la religión musulmana y estuvo sometida al poder colonial francés. El protagonista de "La aventura ambigua "se sabía al final del ciclo de primaria las capitales de todos los departamentos de Francia, pero no conocía nada de la geografía de Senegal.

Fuente: eldia.es